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11 y blasfemaban contra el Dios del cielo por el dolor y las llagas. Pero no se arrepintieron de sus perversidades.

12 El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y se secó de tal manera que los reyes del oriente podían pasar por él. 13 Vi que el dragón, la bestia y el falso profeta dejaban escapar de la boca tres espíritus del mal con forma de ranas.

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